El césped natural está compuesto por diferentes semillas que hacen de él una auténtica alfombra. Las empresas productoras tratan de estudiar qué semillas son favorables para cada zona.
Las semillas que utilizan la mayoría de las empresas agrarias son festuca, ray grass y poa. Dentro de cada una de ellas, existen multitud de semillas.
Por ejemplo, la festuca arundinácea es la gramínea que se caracteriza por su poco mantenimiento. Es una semilla que se adapta muy bien a la climatología. Además, la resistencia al pisoteo es alta. Sin embargo, el grado a la salinidad es media. Es la variedad que se suele usar por excelencia en los campos deportivos, como son los campos de fútbol, campos de golf, piscinas, jardines públicos, privados, etc.
Otra de las semillas que más se suelen usar el ray grass inglés o el Lolium Perenne. La principal característica es su rápido nacimiento. En apenas varios días, verá el jardín prácticamente verde, aunque se tiene que expandir y crecer. Otra cualidad es que se puede desarrollar en cualquier suelo. Se adapta, también, a los climas fríos y calurosos. En cuanto a hongos y enfermedades es la semilla que mejor resiste.
Por último, la poa pratensis es otra de las gramíneas cuya resistencia al pisoteo es alta. Es una variedad que se adapta mejor al frío que al calor. Su germinación es lenta y que, al igual que el ray grass inglés, se adapta a todas las superficies.
En conclusión, los productores de césped natural suelen sembrar semillas que requieran poco mantenimiento y con una mezcla lo más eficiente posible. Normalmente, disponen de profesionales que estudian la evolución de las diferentes mezclas de semillas. Los tepes de césped suelen tardar entre 8 y 12 meses de germinar y crecer para su posterior venta. Es una ventaja puesto que tanto el verano como el invierno lo pasan en sus plantaciones con unas temperaturas extremas.