El corte del césped junto al riego y la fertilización es una de las labores más importantes para conseguir el buen estado del césped
Hay ocasiones que un mal hábito de la ejecución produce problemas en el crecimiento del césped.
El césped al igual que cualquier planta realiza la fotosíntesis. Desde la hoja fabrica nutrientes transformando materiales sencillos en otros ricos con ayuda de la luz solar tan necesaria en su crecimiento. En este proceso interviene la clorofila que es la causante del color verde. Si al realizar el corte, eliminamos gran parte de la hoja o su totalidad nuestro césped no podría sobrevivir.
Como norma general el corte no debe ser más de una tercera parte de la hoja, aunque dependiendo de la variedad pueda tener especificaciones propias.
Es conveniente dejar el césped un poco más alto de lo normal, ya que la altura facilita la resistencia a ataques de insectos y climas externos, y por el contrario el corte es demasiado corto reduciremos su acción fotosintética.
En caso de que el césped haya crecido más de lo normal y no lo hayamos cortado por diferentes razones, no lo haremos todo de una vez, lo cortaremos un día un poco y pasados unos 3 días otro corte, así hasta la altura adecuada.
En nuestro cortacésped fijaremos las distintas alturas de corte.
La frecuencia del corte dependerá de la altura recomendable para cada tipo, siendo aconsejable mantenerla en su tope más alto para evitar daños a la planta. La altura normal suele ser de 5 cm.
De modo general la frecuencia normal de corte será:
En verano 1 vez a la semana, en otoño 2 o 3 veces al mes, en invierno 1 vez al mes y en primavera 2 o 3 veces al mes.
A la hora de cortar el césped no es aconsejable realizarlo en la misma dirección, lo mejor es alternar el corte un día en sentido vertical, otro horizontal e incluso en diagonal.
Nunca realizar el corte con el césped mojado, y hay que vaciar el recogedor del cortacésped frecuentemente, sino podría caerse al suelo el césped que hemos cortado.
Para realizar el corte con efecto rayado tan típico en campos de fútbol, simplemente se realiza cortando unos tramos hacia delante y otros hacia atrás.
Hay determinadas especias que requieren una siega frecuente ya que su crecimiento es rápido, como son Ray-grass inglés y Festuca arundinacea
Al contrario hay otras de siega menos frecuente y crecimiento lento como la Zoysia japónica.
Las primeras siegas que se realizan tras la siembra tiene que tener el césped una altura de entre 5 y 10 cm. Primero se pasaría el rodillo y 2 o 3 días más tarde se realizaría el primer corte. El corte a 1/3 de su altura bajando su corte en posteriores siegas hasta los 3 o 4 cm.
El Mulching es un método de corte que consiste en no recoger el césped cortado, sino que al cortar el césped la máquina deje caerlo de nuevo. Se debe realizar con cortacésped especiales para ello, ya que el césped cortado cae nuevamente al suelo pero esta triturado para poder descomponerse rápidamente y servir de abono. Las ventajas del mulching son:
No hay que deshacerse del césped cortado, es un ahorro en abono, mejora la calidad del suelo ya que le proporcionamos un abono ecológico, lo único que la siega ha de ser más frecuente pero el tiempo invertido no es más.
Es muy importante para el cuidado del césped que la cuchilla esté en perfecto estado de afilado, ya que de lo contrario causaría daños a la planta. Lo recomendable es una vez al año, pero dependiendo de la extensión de césped a cortar y la asiduidad puede variar.
Una vez cortado lo más habitual es tirarlo sino se práctica la técnica del Mulching.
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