El uso de abonos en el césped se utiliza de forma inmediata cuando se ven las 3 necesidades básicas, poca densidad, está amarillo o es primavera.
Sólo en los casos de céspedes de uso profesional o alto rendimiento, el abono es anual. Lo más adecuado en este caso es analizar el tipo de suelo que existe que incluye datos como el PH para saber su salinidad.
Uso de abonos no equilibrados
Las gramíneas necesitan nitrógeno (N) fosfórico (P2O5) y potasa (K2O) en la proporción 2-1-2.
Este dato nos sirve de orientación para elegir un abono específico para el césped.
No hay que utilizar abonos agrícolas ni universales, ya que no existe ningún fertilizante universal.
El uso de fertilizantes desequilibrados trae como consecuencia:
- El césped se torna verde inmediatamente, pero pierde coloración al poco tiempo.
- La frecuencia del corte se aumenta llegando casi a duplicarla.
- Existe riesgo de quemaduras en el césped.
- No absorbe adecuadamente los nutrientes.
Utilización de abonos químicos
El suelo necesita reponer los nutrientes que absorben las plantas. Se puede realizar de dos formas:
- Materia orgánica, las plantas reintegran al suelo raíces y hojas que desprenden y caen al suelo pasando a formar parte del humus
- Uso de fertilizantes.
Por lo tanto es necesario ambas cosas para su correcta fertilización.
Aportando materia orgánica a la hora de abonar el césped conseguimos:
- La materia orgánica retiene la humedad y evita su evaporación, lo que conlleva un menor consumo de agua.
- Esta materia orgánica ayuda a la descomposición de los restos vegetales y lo convierte en humus más rápido, como es el caso de reciclar los restos de siega.
- Aporta un 5% de Nitrógeno de liberación lenta.
- Mejora la estructura del suelo, bien sean arenosos como arcillosos.
Los oligoelementos que son esenciales para nuestro césped ya que lo reverdecen y le previenen de enfermedades son:
- Magnesio (Mg), Componente importante en la clorofila de la hoja y en su crecimiento. Un bajo contenido de éste amarillea el césped.
- Azufre (SO3), fuerte fungicida y también como reverdecedor.
Sin estos dos elementos nuestro jardín ralentizará su crecimiento y las hojas amarillearan perdiendo todo su verdor.
El abono no se realiza de forma uniforme
A la hora de realizar el abono de nuestro césped es importante que la distribución se realice de forma uniforme.
En el mercado existen máquinas distribuidoras para jardines de cualquier tamaño, aunque lo más habitual es realizar la distribución de forma manual.
Si elegimos realizarlo de forma manual acotaremos el terreno en parcelas más pequeñas de igual tamaño y pesar la dosis que se va a distribuir en cada zona, así tendremos completa seguridad que no se nos olvida de abonar ningún trozo de césped o un exceso de abono en alguna zona.
Abonar el césped cuando nos acordamos o tiene mal aspecto
El césped requiere de abono en dos épocas importantes para su desarrollo como son la primavera y el comienzo del otoño, en ambos casos no podemos olvidar abonarlas si queremos disfrutar de un césped denso y verde.
No regar suficiente después de abonar el césped
Después de abonar el césped es muy importante regarlo.
En caso de que sepamos con exactitud de que va a llover podemos realizar el abono unos días antes y así aprovechar esa agua de lluvia para regarlo.
Si no lo regaremos manualmente o por medio de aspersores.
En ambos casos debemos comprobar que el abono ha sido totalmente diluido e integrado en el terreno para su absorción.
Con este riego nos aseguramos:
- Conseguir un mejor aprovechamiento del abono
- Su correcta integración en el subsuelo.
- Impedir que se produzcan quemaduras indeseadas.
Tampoco hay que pasarse con el riego porque se llevaría consigo el abono consiguiendo una disminución de su efectividad.
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