El riego

Cómo y cuando regar son preguntas que nos hacemos siempre una vez que decidimos poner césped en nuestro jardín

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El riego es algo que preocupa bastante, siendo algo sencillo nos crea siempre la duda de cuanta cantidad y la periodicidad del riego. Hay mucho estudios relacionados con este tema de los cuales podemos sacar una idea más o menos exacta de cuando y como realizarlo.

Junto con la siega y la fertilización es una de las partes más importantes para el cuidado y mantenimiento de nuestro jardín, consiguiendo así un césped sano y fuerte.

Lo primero que hay que tener claro es que regar no significa saturar el suelo de agua, eso nos llevaría a provocar asfixia a las raíces, simplemente es humedecer el suelo.

Los beneficios que aporta al césped son elasticidad y turgencia, al mismo tiempo que le ayuda a soportar diferentes acciones como son factores ambientales, insectos, pisoteo, uso deportivo en exceso,..

El riego en exceso como en defecto origina problemas en nuestro césped natural cómo son:

Por exceso:

La estructura del suelo se compacta impidiendo que las raíces crezcan, no existe aireación en el suelo ni que el agua llegue correctamente, provocando la asfixia al césped.

Eliminamos los nutrientes que serán arrastrados por el exceso de agua.

Un exceso de agua provoca la aparición de hongos.

Por defecto:

No se recupera del uso dejando las huellas marcadas.

Se vuelve amarillo

El crecimiento se ralentiza.

Césped en buen estado
Césped en buen estado

El césped natural le distinguimos tres colores que nos proporcionará como está:

  • Color verde interno y tierno, está bien regado
  • Color pálido y tierno, exceso de agua
  • Color apagado y quebradizo, poca agua

Después de un período de sequía largo, en el cual el césped empieza a marchitarse, si lo regamos en ese momento todavía estamos a tiempo de recuperarlo. Si la sequía continuase, el césped no crecería, se volvería marrón y moriría, si bien es cierto que las raíces podrían haber sobrevivido, necesitaríamos de un riego abundante para conseguir sacarlo adelante.

La pregunta que nos hacemos todos es ¿Que cantidad de agua y cómo hacerlo?.

— En casos de tierra arenosa, pendientes y cerca de caminos y construcciones hay que utilizar más agua.

— En zonas sombrías, con tierras arcillosas y compactadas hay que utilizar menos agua.

— La manera correcta de realizarlo es profundo y espaciado ya que favorece el desarrollo del césped aumentando su resistencia.

— Si el riego es frecuente y superficial nuestro césped se debilitará y será más propenso a enfermedades.

— Para saber que humedad tenemos en el suelo, es tan sencillo como pinchar con un palo la tierra, si se hunde fácilmente tendrá un exceso de agua, si le cuesta hundirse está muy seco, lo ideal es que se hunda con normalidad que será un indicador de que está bien regado.

A continuación se detallan una pequeñas pautas para tener en cuenta a la hora del riego:

  • Si el clima es lluvioso, el riego disminuirá.
  • Zonas sombrías o sin viento necesitan menos agua.
  • Césped recién cortado necesita más agua que cuando está alto.
  • En temporadas cálidas ha de ser regular y abundante.
  • Dependiendo de la especie de la semilla será preciso más riego o menos, los profesionales nos ayudarán a determinarlo.
  • Un riego excesivo desarrollará más enfermedades.
  • El riego adecuado es lento y a modo de lluvia, para que penetre mejor en la tierra.
  • Entre riegos es beneficioso que esté el suelo seco o casi seco.
  • El riego con semilla recién sembrada o tepes colocado necesita más agua para que las raíces crezcan.

La mejor hora para regar es temprano por la mañana y a última hora de la tarde, de esta forma evitaremos que el agua se evapore más rápidamente ya que con el efecto del sol la evaporación es más rápida y la incidencia en el césped es mayor.

Para un clima de interior con suelo ni arenoso ni arcilloso, el riego sería en las distintas épocas del año el siguiente:

  • Primavera: Riego alterno, día sí y día no.
  • Verano: Todos los días
  • Otoño: 2 riegos por semana, siempre que no llueva
  • Invierno: Cada 20 días en caso de no llover o se ve el césped seco.

La forma de regarlo es a mano con manguera o con riego automatizado.

Manguera:

Beneficios: Para pequeñas extensiones de césped, Zonas poco calurosas, Disposición de tiempo

Inconvenientes: Riego no uniforme, Exceso de tiempo para realizarlo.

Riego con manguera
Riego con manguera

Riego automático:

Beneficios: No dedicas tiempo a regar, Control y ahorro del agua, Riego más uniforme

Inconvenientes: El único sería que es más costoso que una manguera, pero lo que está claro es que al final se acaba amortizando.

Riego con aspersores
Riego con aspersores

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