La importancia de la composición del agua para regar como los sistemas de riego
Existen dos maneras de regar el césped natural: a mano con una manguera o con un riego automatizado
Manguera
Indicado para extensiones pequeñas de césped zonas poco calurosas y disponer de tiempo ya que se emplean varias horas a la semana para su realización y el riego no es uniforme.
Riego Automático
En este caso programas cuando y que duración el riego, se ahorra agua y además se reparte uniformemente por todo el jardín.
Elementos del riego automático
Aspersores: Pueden ser emergentes, están enterrados, no molesta durante la siega y de superficie que se acoplan a la manguera y los colocamos donde queramos.
Difusores: Sólo son emergentes, indicados para zonas pequeñas o poca presión
Electroválvulas: Recibe la orden del programador de abrirse o cerrarse el agua hasta los aspersores o difusores.
Programador: Existen de varios tipos a pilas y a red eléctrica, de interior y exterior, se memorizan los días y minutos de riego y que aspersores o difusores.
Válvulas de control de reflujo: Impiden que el agua del sistema de riego automático retorne al circuito de la red de uso doméstico.
Arqueta contenedora: Es una cubeta con una puerta en la parte superior que se entierra a ras de suelo y aloja las electroválvulas y programador.
Otros accesorios: Cómo son tuberías de PVC o polietileno, codos, cableado, etc… el profesional que nos lo instale ya se hará cargo de todo el material necesario.
El agua contiene disueltas sales y otros elementos tanto la utilizada para el riego como para beber.
Si es agua que proviene de la red de abastecimiento de nuestra localidad estará en buenas condiciones, pero si procede de un pozo o de una red con pocas garantías es conveniente realizar un análisis del agua en un laboratorio especializado, podemos aprovechar también a realizar un análisis de la tierra.
Existen varios tipos de agua dependiendo de las sales y minerales que contengan:
Aguas Calcáreas: Contienen un alto o medio nivel de cal. Para el césped en sí no supone ningún riesgo, pero para el sistema de riego es perjudicial, ya que la cal se deposita en todos los elementos de la red de riego pudiendo provocar obstrucciones. Lo aconsejable instalar un aparato de descalcificación.
Aguas Salinas: Se da en zonas próximas al mar y si el agua proviene de un pozo, es perjudicial para el césped por el alto contenido en sodio. Las especies de césped que pueden soportar esta salinidad son la Bermuda y el Gramón. Para solucionar este problema podemos:
Sembrar semillas como las nombradas anteriormente que soporten bien la salinidad, mejorar el drenaje, para que todas las sales no se depositen en el suelo y regar con gran cantidad de agua.
Aguas con sustancias tóxicas: Contienen altas concentraciones de: Sulfatos, Boro, Cloro, Sodio, Níquel, Cadmio, Zinc, etc…
Aguas de depuradora: Son aguas tratadas para el consumo doméstico, por lo tanto adecuadas para nuestro césped.
Aguas residuales recicladas: Se utilizan para uso industrial, riego e incluso doméstico, utilizada en lugares con sequía, problemas de abastecimiento… Es buena para el césped pero sería conveniente analizarla por poder contener sustancias tóxicas y orgánicas contaminantes.
El agua es un recurso natural, el cual en ocasiones es escaso y no hay que malgastarla, en extensiones muy grandes de césped podemos instalar detectores del grado de humedad del suelo.
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