Sistema de riegos para césped natural. La importancia de realizar el riego mediante difusores o aspersores. El inconveniente de regar con manguera.
Especialmente en verano, el riego es fundamental para un correcto mantenimiento de césped natural, al igual que la siega y el abonado. Así, se debe gestionar el riego de la mejor manera posible y optimizando el consumo de agua. Esto provocará tanto un ahorro de dinero como una contribución al medio ambiente de forma positiva.
El momento más idóneo para el riego suele ser por la mañana y por la tarde o noche. Normalmente, en verano ser realizan dos riegos diarios, excepto los primeros 10 días de instalar los rollos de tepes de césped natural, que deberán ser 3 riegos al día. En invierno se necesitará menos agua debido a las precipitaciones que caigan.
No obstante, la mayoría de los profesionales suelen aconsejar instalar un buen sistema de riego por aspersores o difusores. Su principal ventaja es el importante ahorro de tiempo y dinero debido a la reducción del consumo de agua. Además, con este sistema el agua es repartida de manera uniforme por todo el jardín. Por consiguiente, regar con manguera no es la manera más eficiente por la sencilla razón de que no reparte el agua por igual. Si bien, suelen instalarse para jardines de pequeñas dimensiones.
El jardín de césped natural bajo ningún concepto le puede faltar agua. La sequedad del mismo podría dar lugar a un tono amarillento o grisáceo, mostrando de esta manera su falta de riego. Si surgiera, se debería hacer todo lo posible para recuperarlo. Por el contrario, un exceso de agua de riego tampoco es nada bueno. La causa se debe a que podría provocar encharcamientos por todo el terreno. Con los golpes de calor, podrían aparecer alguna enfermedad u algún tipo de hongos. La razón técnica es que los charcos de agua no dejarían introducir oxígeno al césped natural.