Regar el césped, es una tarea que siempre ha acarreado mucho gasto en agua, intentar ahorrar esa agua es muy importante y vamos a conocer cómo hacerlo
De siempre se ha pensado que regar el césped es un abuso excesivo de agua, en el caso de sufrir sequías lo primero que se eliminar es el riego en todos los céspedes.
Sin embargo, adoptar la opción de una eliminación total del riego no es necesaria, si conocemos verdaderamente el manejo correcto a la hora de regar el césped.
La gestión correcta para la conservación del agua en el césped es fundamental, conocer los dispositivos que nos hacen posible ese ahorro de agua es importante a la hora de planificar nuestro jardín.
El césped no consume más agua que el resto de los componentes que forman el jardín, el consumo de agua o la transpiración es mucho más elevada en arbustos y árboles, por ejemplo un roble adulto consume de agua lo equivalente al consumo que tiene un césped de más de 500 m2, se debe a la gran superficie foliar del roble que está expuesta a la transpiración.
Vamos a conocer cómo podemos regar el césped y hacer un uso controlado del consumo de agua utilizada.
Una de las maneras para controlar este excesivo consumo de agua viene dada de realizar un mantenimiento correcto del césped, esto es:
- Siega, debe ser programada y continua, siempre a una altura de 1/3 de la planta, así ayudamos a eliminar el área foliar y la evapotranspiración.
- Cuchillas de corte afiladas, unas cuchillas del cortacésped mal afilada provocaría desgarros en las puntas de la planta, creando una brecha abierta para la pérdida de agua.
- Aumentar la altura, se irá aumentando la altura de corte según vaya avanzando el verano y el calor, de esta manera se produce un enraizamiento más profundo.
- Nitrógeno, habrá que disminuir este elemento según vaya subiendo las temperaturas. El nitrógeno disminuye el desarrollo radicular, y ayuda al crecimiento foliar acelerando la evapotranspiración.
- Potasio, este elemento es esencial para céspedes en situación de estrés, siempre ha de estar equilibrado con el nitrógeno.
- Materia orgánica, esta materia orgánica superficial retiene gran cantidad de agua impidiendo su evaporación en el suelo.
- Abonos equilibrados, la utilización de abonos equilibrados es fundamental, sobre todo en el caso del nitrógeno y el potasio. Estos abonos además le aportan materia orgánica.
- Enraizamiento profundo, es fundamental que esto suceda, ya que el consumo de agua se verá reducido.
- Un correcto pH, cuando es menor de 5,5 es un inhibidor radicular.
- Exceso de Thatch, impide que el agua penetre correctamente.
- Compactación del suelo
- Siegas muy bajas
- Exceso de riegos y poco profundos
- Exceso de nitrógeno
- Selección de semillas que requieren menos agua, algunas como la Agrostis Stolonifera seguida de Ray Grass Inglés tienen poca tolerancia a la sequía, mientras que por el contrario Cynodon Dactilon o Bermudas híbridas son gran tolerantes a períodos de sequía. Podemos realizar mezclas de semillas para conseguir un mayor ahorro en el consumo, algunas de ellas pueden llegar hasta el 50% de ahorro.
Otro motivo que puede existir para regar el césped, y ahorrar agua a la vez es con la gestión del riego.
- Sistemas de riego, con la programación de un sistema de riego basado en la pérdida de evapotranspiración (ET), evitaríamos el exceso de riego y el defecto.
- Control de riego ET, podemos ahorrar hasta un 20% de agua con la sustitución de un 80% del agua evapotranspirada, con esto es suficiente para mantener el césped en perfectas condiciones.
- Tipo de suelo, conocer el tipo de suelo dónde está plantado el césped. Si el suelo es arenoso retiene un 50% menos de agua y si es arcilloso o compactado tiene gran pérdida de agua por escorrentía.
En general podemos tomar unas medidas a tener en cuenta para regar el césped, ahorrando agua.
- Programadores de riego, si además cuentan con el sistema de detectores de lluvia evitaremos regar el césped innecesariamente.
- Regar temprano, si regamos el césped por las mañanas temprano evitaremos pérdidas de evapotranspiración.
- Reparar el sistema dañado, evitando así posibles fugas.
- Riego profundo y poco frecuentes.
- El agua debe llegar hasta el fondo de las raíces.
- Leve estrés para el césped entre riegos, dejar que se marque un poco las pisadas o que se enrollen levemente las hojas es bueno para un enraizamiento profundo y mayor resistencia a la sequía.
- Conocer las zonas del césped que son más secas, deberemos corregir el sistema de riego para que el agua llegue a todas las zonas por igual, no teniendo que regar el césped a condición de esas zonas más secas.
En definitiva, con una buena utilización de los recursos y un correcto mantenimiento podremos llegar a regar el césped con un ahorro de agua de hasta el 50%.
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