A la hora de cuidar nuestro jardín nos asaltan muchas dudas sobre sus cuidados, pero una tiene gran importancia y es cómo abonar el césped
De las tareas de jardinería la de abonar el césped es una de las más importantes, ya que el césped precisa de unos nutrientes necesarios para su correcto desarrollo y crecimiento.
Lo más aconsejable es realizar un calendario marcando las fechas clave para abonar el césped, conociendo el tipo exacto de semilla que tenemos plantada y el tipo de suelo que existe podremos adecuar el mejor abono para el césped.
La época en la que debemos comenzar a abonar el césped es desde principios de la primavera hasta finales del otoño, aproximadamente de marzo a noviembre, de esta manera nos aseguramos que durante todos los meses de más calor y uso el césped está recibiendo todos los nutrientes necesarios.
Los especialistas en el cultivo de césped natural en rollos o tepes aconsejan un abono para césped de forma perlada o granulada que distribuya de forma correcta todos los nutrientes que lleva.
La cantidad de abono que debemos utilizar varía dependiendo del clima, el tipo de césped, el uso que vayamos a dar o el tipo de suelo entre otras causas. Pero por regla general diremos que la cantidad será de unos 20 a 30 gramos por metro cuadrado, más o menos unos 2 o 3 kilos por cada 100 metros cuadrados de jardín.
Las sustancias principales que debe contener un correcto abono para césped deben ser nitrógeno, fósforo y potasio, también sustancias como magnesio, hierro, boro o zinc entre otros ayudarán a su correcto crecimiento.
En el caso de utilizar abonos desequilibrados, nuestro césped perderá la coloración en poco tiempo, se pueden llegar a producir quemaduras en el césped y estaremos realizando un desperdicio de los nutrientes porque el césped no llega a absorberlos.
A la hora de abonar el césped no podemos utilizar abonos sólo químicos, ya que deben contener materia orgánica y oligoelementos esenciales para su correcto crecimiento y desarrollo.
Es decir, además del abono que nosotros realizaremos, la planta en sí misma realiza otro, este estará compuesto por raíces y partes aéreas que se descomponen y pasan a formar parte del humus del suelo.
Los beneficios que aporta la materia orgánica al césped son varios, notaremos que retiene más la humedad y evita la evapotranspiración, consumiendo mucha menos agua, mejora la estructura de los suelos, bien sean arenosos o arcillosos, y tendrá un aporte extra de nitrógeno.
Con esta materia orgánica y el abono equilibrado que nosotros utilizaremos, conseguiremos un césped muy lucido, con un llamativo verde.
Siempre al abonar el césped hay que realizarlo de una manera uniforme, pudiendo realizarse de forma manual o mediante máquinas distribuidoras especializadas.
Las máquinas son utilizadas en terrenos muy extensos, por lo que habitualmente se realiza más la tarea de abonar de manera manual.
El riesgo que conlleva realizar el abono de manera manual es que no podemos olvidarnos de ninguna zona y al mismo tiempo evitar abonar dos veces el mismo sitio, cosa que sería muy perjudicial para el césped.
Por lo tanto, de la manera manual acotaremos el terreno en pequeñas aéreas, y así iremos abonando cada parte, de esta forma conseguiremos un abonado uniforme en todo el jardín.
La tarea de abonar el jardín hay que realizarla siempre, un césped sin abono carecerá de los nutrientes necesarios para su perfecto crecimiento y desarrollo, por lo que se tornará más amarillento y con falta de crecimiento.
Y por supuesto después de un correcto abono en el césped no podemos olvidarnos de regar todo el jardín, así el aporte de nutrientes que le hemos dado se disolverá para penetrar mejor en el terreno, pero no hay que pasarse con el agua, porque podremos arrastrar el abono y al final que no penetre en el suelo.
Un riego lento mediante aspersores es la mejor forma de que el abono penetre en el suelo facilitando la absorción de nutrientes para el césped.
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