Sembrar césped con semillas no requiere muchas complicaciones, bien sea para resembrar una zona del jardín o para cubrirlo completamente
La Primavera y principios del Otoño son las épocas propicias para plantar o sembrar césped con semillas, ambas estaciones no son de temperaturas extremas como el invierno y el verano y son más propicias para el «crecimiento». Las semillas que plantemos en Otoño saldrán más rápidamente, unas dos semanas, ya que el terreno está muy caliente de todo el verano, mientras que las de Primavera tardarán de tres a cuatro semanas en crecer.
Depende de la climatología de la zona podrá variar la época de siembra.
Climas continentales, de mediados de marzo hasta finales de mayo y de finales de agosto hasta mediados de octubre.
Climas oceánicos, de primeros de marzo hasta mediados de junio y de finales de agosto hasta primeros de noviembre.
Clima mediterráneo, de finales de febrero hasta mediados de mayo y de primeros de septiembre hasta mediados de noviembre.
El césped es una mezcla de varios tipos de semillas de gramíneas y dependiendo del tipo y porcentaje de ellas entre sí, tendremos un tipo de césped distinto. Todos los tipos de césped serán buenos, lo que los diferenciará será por las condiciones particulares de cada uno, bien climáticas, el uso que se va a dar, cuidados, características del suelo y del agua y zonas sombrías.
No debemos cambiar el tipo de semillas que sembremos ya que si necesitamos más adelante resembrar alguna zona se notará si lo hacemos con unas semillas distintas
Con unos sencillos pasos que detallamos a continuación, la siembra del césped no supondrá ningún problema:
Drenaje. Es muy importante antes de empezar que el sistema de drenaje que tenemos en nuestro jardín funcione correctamente no formándose charcos en ninguna zona, ya que propiciaría problemas de hongos.
Riego. Lo más aconsejable es instalar un sistema de riego automático, si lo tenemos ya instalado es conveniente su revisión, asegurándonos que el riego llegue a todas la zonas, ni muy mojado ni muy seco.
Si es la primera vez que sembramos césped lo mejor es hacer una falsa siembra. Consiste en regar el jardín como si ya estuviese sembrado, con ello conseguiremos que las malas hierbas crezcan y poder aplicar un herbicida para eliminarlas. Si solamente es una resiembra en alguna parte del jardín aplicaremos un herbicida de hoja ancha en ese trozo para eliminar las malas hierbas.
Tierra de calidad. El césped necesita una capa de tierra de calidad de unos 10 centímetros, para ello añadiremos tierra vegetal para garantizar su crecimiento. Dicha tierra vegetal es una mezcla de compost, arena, y tierra normal de jardín.
Lo más aconsejable si es la primera vez que sembramos es rastrillar el terreno, luego nivelarlo y compactarlo con un rodillo.
Abono químico. Lo más aconsejable es aplicar un abono químico 15-15-15 de fondo, lo mejor es esperar a que el césped haya salido y realizar de dos a tres siegas para hacerlo. El más aconsejable es tipo órgano-mineral de liberación lenta.
Siembra y rastrillado. La siembra se puede realizar a mano o en tiendas especializadas nos pueden alquilar pequeñas maquinas fáciles de usar. Ha de distribuirse de forma homogénea. Hay que rastrillar el terreno suavemente para enterrarlas un poco.
Uso de rodillo. El uso del rodillo se puede realizar, aunque si bien es cierto que una vez sembrado no puede pisarse, a la hora de regarlo se compactará la semilla con el terreno.
Regar. El terreno debe mantenerse siempre húmeda, para ello se debe regar pocos minutos pero muchas veces al día. Lo más aconsejable son tres riegos diarios, a primera hora de la mañana, mediodía y media tarde. Muy importante que no se formen charcos. Según vaya el césped creciendo se irá reduciendo paulatinamente, hasta que dejemos un riego diario.
Ahora ya solo queda darle tiempo a que crezca y a disfrutarlo.
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